Oña, maravilla del mundo

MIRADOR DEL CONDOR

En la Parroquia Susudel La escultura del El Cóndor enmarca en acciones establecidas en la Estrategia Nacional de Conservación del Cóndor liderada por el Ministerio del Ambiente. Esta contempla la creación de un área de conservación de 34.763,25 hectáreas en los cantones Oña, Nabón, Santa Isabel en Azuay y Saraguro en Loja, que se considera uno de los hábitats favoritos del cóndor.

Moradores de la Parroquia Susudel suelen ver sobrevolar a estas hermosas aves que representan y son símbolo de patriotismo, por Zuracpamba Por los cañones de Putushio son su hábitat donde se sienten seguros, pero suelen volar muy lejos en busca de alimento, pero siempre retornan a estos lugares donde algunos de ellos nacieron por estos peñones. El cóndor andino es considerado un símbolo de espiritualidad y poder para muchas culturas andinas, además ha poblado históricamente los territorios de Sudamérica. En el Ecuador es considerado como el Rey de los Andes y símbolo emblemático de nuestra nación.

LA HISTORIA DE ARTURITO

Tiene una historia extraordinaria: Su nido fue ubicado en los farallones del río León en enero de 2012, por un grupo de amantes de la naturaleza, y a partir de ese momento, estas personas realizaron un incomparable trabajo de seguimiento y documentación fotográfica, lo que les llevó incluso a pernoctar junto a los acantilados del río León para cumplir con su objetivo: Observar y contribuir a proteger su nido. La secuencia fotográfica documenta desde un pequeño polluelo extremamente vulnerable junto a su madre (Soraya) en un socavón del acantilado, hasta el vuelo majestuoso que se produjo 9 meses después, para alcanzar la altura que le ofrecía a Arturo nuevos horizontes.

En esos meses se pudo documentar el velocísimo crecimiento del polluelo, los esfuerzos de su madre y de su padre (Manuel) por atenderlo y cuidarlo, los cambios de plumaje que le permitieron luego probar su sustentación en el viento, sus accidentados desplazamientos antes del primer vuelo y el instante mismo de este acto instintivo de lanzarse al vacío sostenido por sus plumajes. Este fue un momento crucial, y es la imagen que fue escogida para inmortalizar la presencia de Arturo en las tierras azuayas. En octubre de 2012, Arturo dominaba su valle y hacía incursiones en el territorio cada vez más distantes, hasta que no volvió más a ser visto. Luego de algunos meses, (abril de 2013) un grupo de pescadores se encontró con un cazador en Gualay, Victoria del Portete en la provincia del Azuay, que traía un voluminoso bulto en un saquillo a sus espaldas. Al inquirirlo sobre el éxito de su cacería, éste les mostró el cuerpo inerte de una gran ave, con la cual posaron para algunas fotografías que luego fueron publicadas en las redes sociales. Así, de forma trágica, se cerró el circuito de la documentación fotográfica de Arturo, polluelo que fue reconocido especialmente por quienes durante algo más de un año trabajaron en su documentación y protección. La excepcionalidad de Arturo La historia de Arturo es extraordinaria, pues no se conoce de un cóndor andino documentado con tanta acuciosidad y con tanto detalle desde sus primeras semanas de vida hasta su trágica muerte. (16 meses). La existencia de Arturo movilizó a la comunidad científica nacional hacia su nido, recogieron de ese lugar plumas y más material que fue sometido a análisis que aún generan información, base de la investigación científica que ha estimulado su historia. En el último conteo de cóndores a nivel del país, apenas un centenar de individuos estarían todavía surcando los cielos ecuatorianos, y menos de 30 en la región sur, por lo que el estado de conservación de la especie, se encuentra en un nivel crítico. El regreso de Arturo a su tierra natal, lleva consigo un importante mensaje en beneficio de la toma de conciencia por la conservación de la especie. La escultura del cóndor Arturo fue realizada en la ciudad de Cuenca, luego de un proceso de socialización con las comunidades locales y con la clara conciencia de que esas comunidades pueden constituirse en aliados constantes del ave que encabeza el emblema nacional. En un acto especial que se cumple este miércoles 28 de marzo dese las 10 de la mañana, el monumento será entregado a la comunidad de Susudel. En este evento se expondrá a la comunidad la secuencia del monitoreo desarrollado en el año 2012 y concluirá con una fiesta con el juego de las escaramuzas en honor a Arturo y una pampamesa ofrecida por la comunidad. La escultura ha podido ser concretada gracias al apoyo del GAD Provincial del Azuay, de los GAD locales de Oña y Susudel, del Banco del Austro, con el apoyo de las comunidades locales y de la Universidad de Cuenca. El texto que se podrá leer en una placa emplazada al pie de la escultura es el siguiente: ARTURO, EL CONDOR DE SUSUDEL Debí vivir cerca de 80 años pero solo fueron 16 meses nací en el valle que miro desde esta roca cálido, profundo, ventoso ¡Arturo! Como rey, dominé los parajes inmensos de esta hermosa tierra azuaya soy hijo de Soraya y de Manuel ellos me concibieron y me alimentaron con ellos emprendí mis primeros vuelos y sin ellos remonté las altas montañas Para descubrir mi mundo… e ir al encuentro de mi muerte… Hoy vuelo sin alas, !vivo sin miedos! vive mi espíritu en cada cóndor de estos cielos y también en cada hijo de estas tierras Sin que lo quiera mi nombre voló muy alto y muy lejos me convertí en un símbolo ayudo a la protección de mis hermanos doy mayor dignidad al emblema nacional Donde veas un cóndor Estaré también yo En el dibujo de un niño En la foto del investigador En la vida diaria del campesino ¡Estaré también yo! Diciembre de 2011 (Susudel – Azuay) Abril de 2013 (Gualay, Victoria del Portete – Azuay) Responsable: Fausto Cardoso Martínez

Uno de los lugares que sobrevuela son los farallones de Zhuracpamba ya que el Condor suele salir a buscar alimento a muchos kilometros lejos de su habitat 

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