Para llegar a estos atractivos naturales, debemos trasladarnos en vehículo 5 kilómetros desde el centro cantonal de Oña, luego caminar 10 minutos por hermosos senderos llenos de vegetación con miras hacia un río que hace un quiebre de 90 grados, donde la naturaleza nos sorprende y nos da una cátedra de arquitectura natural.

Hermoso panorama al transcurrir el camino hacia las cascadas, montañas, agua, vegetación, sonido ambiental que es la música que inspira a disfrutar y a vivir el presente lleno de muchas sensaciones de felicidad.

Al pasar el puente viejo observamos el rio en medio de un encañonado de roca maciza, a pocos metros la irregularidad de las montañas forman un paisaje estupendo, y encontramos la UNION DE LOS RIOS 

El río negro es la razón de nuestra presencia en este momento, dada la irregularidad del territorio nos brinda dos cascadas

La primera cascada de 4 metros de altura, la segunda la encontramos a 200 metros más arriba escondida entre la vegetación que tendrá unos 10 a 12 metros aproximadamente,

La fría y torrencial agua que baja desde el cerro y el golpe entre las piedras cambian la tonalidad del agua, de un color ámbar, amarillo anaranjado

La mezcla de aromas entre el eucalipto y las plantas nativas de este lugar son refrescantes y un aliciente para fortalecer nuestros pulmones y nuestro sistema inmune, muy importante en estos momentos frágiles.

Mientras que el río Rodeo nos brinda una belleza geométrica, podemos observar que gira a 90º hacia la unión de los ríos, una majestuosa obra arte de nuestra pachamama, en su entorno mucha vegetación y un lugar idóneo para acampar