Un lugar lleno de paz, calles solitarias, gente que atraviesa desde varias comunidades para poder llegar al centro cantonal, y llevar el sustento a sus apacibles hogares. Así trasciende el tiempo, y podemos ver muchas casas abandonadas,  sus dueños se marcharon a otro lugar y otros se marcharon al más allá, gente que hiso de este lugar muy concurrido en tiempos de antaño, un lugar histórico que  forma parte de el asiento colonial más antiguo de la Provincia del Azuay, 480 años de identidad histórica. Se dice que Antonio José de Sucre llegó a Oña para defender este sector amenazado por fuerzas peruanas, capitaneadas por el General Lamar. 

En la década de los 60 un lugar de intenso movimiento, mucho comercio y gente que viajaba desde el norte hacia el sur, un sitio obligado de descanso, extranjeros de todo el mundo hacían su parada en este pequeño y concurrido lugar, es por ello que aún queda la huella de grandes artistas franceses que pintaron La Bella de Paris, la casa del Sr. Segundo Merizalde en 1920.

Por esto y por toda la historia que nos abraza, el 28 de marzo de 2013 Oña fue declarado  Patrimonio Cultural de la Nación.